lunes, 21 de enero de 2013

Puntilla ideológica a los Servicios Sociales Municipales


Ironías de la vida, justo en el momento que está saliendo a la luz pública vergüenzas como los dineros ocultos en Suiza, los sobresueldos en sobres de dinero negro a la cúpula del PP, y un largo etcétera… el Gobierno Central ha decidido dejar de subvencionar el Plan Concertado de Servicios Sociales. Es decir los Servicios Sociales Municipales, que justo ahora en el momento que más acucia la crisis, están totalmente desbordados. Con un aumento de la demanda del 200% con más de 8 millones y medio de ciudadanos atendidos. Justo en su momento más crítico, Ana Mato anuncia en nombre del Gobierno Central que se desentienden totalmente de estos.
El Plan Concertado se puso en marcha en los años 80 con el objetivo de mantener un sistema
público de servicios sociales de nivel primario para atender a toda la ciudadanía y para dar respuesta a la exigencia de la Constitución Española de garantizar una serie de derechos sociales que permite el ejercicio de la igualdad de oportunidades.
El Plan Concertado de Servicios Sociales conforma un acuerdo a tres bandas Ministerio, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, gracias a este acuerdo se prestan Servicios Sociales Municipales a diario en las localidades mayores; en concreto en la provincia de Albacete se hace en Albacete, Almansa, Hellín, Villarrobledo, La Roda, Caudete, Tobarra, Tarazona, Madrigueras, Casas Ibáñez, Villamalea Y Munera; en nuestro entorno cercano también se prestan en Motilla, Iniesta y Quintanar.
En los municipios más pequeños son funcionarios de la Junta los que se desplazan unas horas a la semana o cada quince días a atender las demandas que puedan surgir.
Desde los Servicios Sociales Municipales se atiende a diario a la ciudadanía en general para dar información y orientación de recursos sociales, se tramita y gestiona la ayuda a domicilio, la teleasistencia, las ayudas de emergencia, los ingresos mínimos de solidaridad, las pensiones no contributivas de invalidez y jubilación, las ayudas de atención a mayores, infancia y discapacitados, la orientación y mediación con población inmigrante el termalismo social, viajes del Imserso. Así como el seguimiento de las familias con menores en situación de riesgo mediante el programa de intervención familiar, y toda la dinamización comunitaria relativa al asociacionismo, informes sociales al sistema sanitario, judicial, vivienda, sepecam; y como no todo lo relativo a la implantación, gestión y seguimiento de la Ley de la Dependencia, y un largo etcétera.
La Junta ha ido poco a poco desmontando estos equipos, con la eliminación de todos los profesionales de apoyo y mediación con inmigrantes y lo relativo a la interculturalidad. También eliminó todos los programas de dinamización comunitaria, y cientos de recursos de apoyo a las familias, a los menores, y a sectores especialmente vulnerables, tales como  discapacitados, mayores, mujeres maltratadas, inmigrantes.
Se han congelado las prestaciones de apoyo a aquellas familias que peor lo están pasando, teniendo que recurrir los/as profesionales a la caridad y beneficencia buscando el apoyo de Cáritas y Cruz Roja. Algo que se ve magníficamente en este vídeo 
En las últimas semanas la Junta ha ido comunicando a los Ayuntamientos que deja de financiar a muchas figuras que configuran los equipos municipales de servicios sociales tales como educadores familiares, o trabajadores sociales que se ocupan de la Dependencia y otros programas específicos. Y ahora con la retirada del Gobierno Central mucho nos tememos que es la puntilla final a lo que son los equipos que desde hace más de 30 años han estado llevando a la ciudadanía los derechos sociales más básicos, por medio de justicia social  y no de caridad.
Es una noticia gravísima justo cuando ha habido un aumento grandísimo de la demanda, un aumento de la pobreza y se disparan problemas sociales como los desahucios. Las peticiones de ayuda por emergencia social se han incrementado un 200% como consecuencia de la crisis económica. Estamos hablando de familias sin ingresos que necesitan ayuda para comprar comida, pagar las medicinas, el recibo de la luz, el agua o el alquiler. Y lo peor de todo es que cuando ves noticias como lo del dinero negro en Suiza y en los sobres de los dirigentes del partido político que está destruyendo este servicio tan esencial, te das cuenta que no se trata de la crisis, sino de algo IDEOLOGICO. Del ponga un pobre en su mesa, que ya reflejó magistralmente Berlanga en la película “Plácido”

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