martes, 8 de enero de 2013

Pequeño análisis de lo que nos va a venir muy próximamente a nuestra sanidad pública en Castilla la Mancha.



Sabemos que varios de nuestros hospitales y algunos servicios de los más grandes van a ser vendidos a Capio. ¿Qué es Capio? Pues es una empresa que ofrece servicios de salud low cost a los ciudadanos, por un precio que le da la administración, buscando hacer lo mismo pero con muchísimo menos dinero, para así llevarse unos buenos beneficios.
Al igual que están las líneas aéreas de bajo coste como Ryanair, Easy Jet, o tiendas de muebles de bajo coste como Ikea, donde no te dan de comer, o tu equipaje ha de ser casi inexistente, o se pone el combustible justo o te montas los muebles en casa; pues lo mismo pasa con la sanidad, si si ¡¡con nuestra salud!

Además otra cosa bastante interesante ¿Quién es el dueño de Capio? Pues esta empresa tiene numerosos accionistas  entre los que se encuentran numerosos miembros de nuestro gobierno, sin embargo lo que mucha gente no sabe, es que el mayor accionista de Capio es un Fondo Británico de Capital de Riesgo llamado CVC, así como lo oyes, un fondo sin una cara visible, con dinero que sale en este caso de la City Londinense buscando inversiones apetitosas de las que sacar tajada. ¿Cuál es su compromiso moral con nuestra salud? Pues párate y piensa…..

El grupo Capio Sanidad facturó en 2011 algo más de 673 millones de euros. En torno al 75% de esa cifra salió de las arcas públicas. Más 500 millones procedentes de conciertos, concesiones y convenios con las administraciones, lo que le convierte en el principal proveedor privado de servicios sanitarios públicos en España. Un gestor cuyo margen de beneficio operativo suele andar entre el 15% y el 20%. Como hemos dicho más arriba su máximo propietario es el Fondo de Capital de Riesgo Británico CVC
La sede española de CVC, uno de los fondos más potentes del mundo, propietaria de los derechos de Capio, se encuentra en una primera planta luminosa que vierte sobre la llamada Milla de Oro de Madrid. La mayoría de compañías de capital riesgo se apelotonan, como esta, en torno a los mejores números de la calle de Serrano. Y la mayoría han estudiado el sector, con especial interés desde 2010. Como se puede leer en un informe interno elaborado ese año por una competidora de CVC, entre los puntos fuertes del sector sanitario privado se encuentran “los ajustados presupuestos del Gobierno, que darán lugar a considerables oportunidades de subcontratación para los proveedores ya establecidos”
Si se hunde el sector público, hay una oportunidad de negocio”, según un profesor de Universidad de Economía de la Salud y asesor en materia sanitaria. El banquete ya ha comenzado a convocar a comensales en Castilla-La Mancha, donde se adjudicarán presumiblemente en 2013 la gestión de cuatro hospitales públicos a empresas privadas, y en Madrid, donde se privatizará la gestión de otros seis hospitales y 27 centros de salud.
“¿La rentabilidad para estas empresas de dónde puede venir? De que se vaya a este modelo de bajo coste”, avanza un catedrático de Economía y experto en sanidad pública cuyos consejos suelen escucharse en las altas instancias económicas de España. “Es algo que las compañías sanitarias ya hablan abiertamente. Lo que en el Reino Unido se llama topping up. Un poco como ocurre con el cine: el verdadero negocio no está en la entrada, sino en las palomitas. Al gobernante eso le permite reducir el gasto. Entrega la gestión por una tarifa plana. Le va fenomenal. Y el que quiera, que se rasque el bolsillo. Cuanto más bajo es el low cost, más se puede añadir”. Por ejemplo, un tratamiento que queda fuera de los mínimos cubiertos por la sanidad pública; ese dinero no iría a la Administración, como ocurriría con el copago o una tasa. Se le escapa al Estado al igual que los beneficios de estas empresas tampoco revierten sobre los contribuyentes de forma directa.
Igual la comida la tienes que pagar. Y la tele. Esto del análisis del valor cada vez va a ir a más”.
El catedrático ve riesgos en ello: “Estos fondos son la antítesis de lo que tiene que ser la gestión sanitaria. Es lo peor que nos puede pasar. Un expolio para vender después. No sabes quién está detrás. Se apropian del excedente. Luego revenden y pueden dejarte la concesión patas arriba. Es lo que ha pasado en Valencia”.
Toda esta información está sacada de un extenso reportaje aparecido el domigo 6 de Enero de 2013 en El País (articulo)

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