Este artículo está extraido de un artículo del periódico Albacete Cuenta. Ver el artículo original aquí
La
pasada semana, los representantes de los sindicatos que están presentes en la
Junta de Personal de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete denunciaron
las consecuencias de los “recortes aplicados” durante los
últimos dos años y medio en Sanidad. Cierre de camas injustificadas, reducción
de personal, falta de recursos, etc. están a la orden del día en Albacete y en
toda la región
Una
de las mayores críticas que se percibe en los últimos meses, la decisión del
Sescam de derivar a pacientes a otras comunidades autónomas
para que sean intervenidos quirúrgicamente en hospitales concertados, algo que,
ocurre principalmente en las especialidades
de Traumatología, Cirugía general, Cirugía Vascular y Neurocirugía.
Según
profesionales sanitarios de Albacete, que son quienes realmente están
peleando
por mantener el sistema público contra viento y marea, en la provincia se
pueden contar por cientos los pacientes que están siendo derivados a Madrid.
Pacientes con hernias, juanetes, problemas de vesícula o cadera, etc., que se
metieron en lista de espera antes de marzo de 2013 han pasado de ser
intervenidos en los hospitales albaceteños a centros privados
madrileños, curiosamente, algunos pertenecientes a los grupos sanitarios
que se postulaban para hacerse con la dirección de los seis hospitales públicos
madrileños cuya gestión quería privatizar la Comunidad de Madrid
Estos
pacientes reciben una llamada que les informa de que pueden ser operados en
breve en Madrid. Eso, los más afortunados porque en otros casos los usuarios se
han enterado de que la operación sería en Madrid al llegar a la clínica albaceteña
donde se suponía les iban a intervenir. Les dicen que no les costará nada, los
llevan y los traen en ambulancia, en algunos casos en un microbús, incluso a un
acompañante. Si aceptan se inicia el proceso: pruebas preoperatorias en
un centro privado de Albacete y posteriormente intervención en Madrid.
Si se niegan pasarán “al final de la
cola” y parece ser que, a efectos estadísticos, constan como operados.
En
Albacete sí se puede
Hace
20 años esta derivación de pacientes fuera de las fronteras de la región era la
tónica habitual. Pero, ¿qué sentido tiene ahora? ¿Es que en los hospitales
públicos de Albacete no se puede operar a estos pacientes? La respuesta es
sencilla, sí se puede pero los que mandan no quieren.
Castilla-La
Mancha, desde las trasferencias sanitarias, forjó un Servicio regional de Salud
de calidad y competitivo, con una cartera de servicios prácticamente completa.
Lejos quedaron aquellos años en los que había que viajar en ambulancia
colectiva a Valencia para recibir Radioterapia o para someterse a un
trasplante renal, por ejemplo.
Lejos,
hasta ahora. Los gestores sanitarios, con el beneplácito la presidenta Cospedal
y el consejero Echániz, han apostado por engordar a la sanidad privada
madrileña con los fondos que deberían emplearse en la sanidad
castellano-manchega. De otra forma no se entiende que se pretenda “garantizar
una atención sanitaria de calidad” – palabras del propio consejero que repite
en cualquier foro al que asiste- enviando a una persona de un pueblo de
Albacete a operarse de una hernia a un hospital privado a 300 kilómetros de su
domicilio cuando tiene hospitales preparados a escasos 45 kilómetros.
Y
alegarán los que gestionan que la actividad extraordinaria en los hospitales
públicos es muy cara, que han ahorrado un montón de millones al suprimir las
mal nombradas “peonadas” y cerrar los quirófanos por la tarde… pero no dirán cuánto
cuesta enviar a estos pacientes a Madrid, a ellos y a sus acompañantes,
cuánto cobran en las clínicas privadas por intervención o qué tipo de
materiales utilizan.
Esos
datos no se sabrán porque la sanidad pública se entiende ahora como un
negocio y no como un derecho. Porque puestos a hacer números seguro
que es más económico abrir el quirófano del hospital público por la tarde que
costear su derivación a Madrid.
Y
seguro que en otros tiempos se cometieron fallos, cierto, pero también es
cierto que la mayoría de los albaceteños no quieren viajar a Madrid cuando
saben que en Albacete se les puede operar. Pero el enfermo es una persona
vulnerable y cuando el dolor es insoportable cualquier opción se acepta,
incluso la que te lleva “de turismo quirúrgico” a otra
comunidad.
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