domingo, 17 de marzo de 2013

Pido perdón... soy maestra (otra colaboración en nuestro Blog)


Esta mañana como todas las demás desde hace meses, me disponía a desayunar después de llevar un rato estudiando para unas oposiciones, las oposiciones de acceso al cuerpo de maestros que muchas comunidades parece que convocarán dentro de poco y que tanta polémica están suscitando.
Al encender la televisión, he podido comprobar que los debates matutinos de algunas cadenas de televisión se ocupaban hoy de despotricar acerca de la falta de formación de los maestros, todo ello porque la comunidad de Madrid ha decidido publicar los exámenes de sus últimas oposiciones en las que parece ser muchos de estos aspirantes no superaban una prueba con contenidos de 6º de primaria.
¿Con qué intención? Para defender, en el proceso de selección la nota de oposición sobre la experiencia.

Estas son mis primeras oposiciones, por lo que a mí personalmente, me beneficiaría el hecho de que la nota de oposición prime sobre la experiencia docente ya que carezco de ella. Quizá lo normal sería que me alegrase por tal noticia y que defendiese claramente los criterios de la comunidad de Madrid y la de todos estos periodistas que tan rápidamente han puesto en duda el trabajo y los estudios de miles de personas, pero este no es el caso.
Y no lo defiendo porque seguramente sea verdad que muchos de nosotros dudemos sobre la fecha exacta de la caída del imperio romano, o sobre la vegetación del clima subtropical, pero no es eso solamente lo que se aplica en las aulas ni lo que se estudia en magisterio o en una oposición, son otras muchas cosas que teniendo en cuenta los tiempos que corren resultan bastante más complicadas de aplicar.
¿Y qué estudia entonces un maestro?
En primer lugar una legislación, que el gobierno de turno se encarga de cambiar cada dos o tres oposiciones, atendiendo más a criterios políticos que educativos, y que entre otras cosas incluye:
Mucha teoría sobre atención a la diversidad, teoría que resulta imposible llevar a la práctica ya que el mismo gobierno que cuestiona la formación del maestro se ha encargado de recortar sin ningún reparo todos los apoyos en las escuelas.
El fomento de la lectura, en niños, que en la mayoría de los casos, nunca han visto a sus padres leyendo un libro.
La integración en todos los contenidos de una Educación en Valores. Y que, desde mi punto de vista, es lo más difícil de todo:
Cómo le explicas a un niñ@ que todos somos iguales, cuando seguramente a su familia estén a punto de desahuciarla porque el jefe de papá, que está forrado pero no ha obtenido los beneficios esperados, ha decido despedirle amparándose en una reforma laboral impuesta por esos señores que tanto critican a sus maestros. Cuando esos periodistas que esta mañana se escandalizaban tanto (y que seguramente todos lleven a sus niñ@s a un colegio privado en el que sus maestros no han tenido que pasar ninguna oposición) manipulan la información al
servicio de un gobierno y no sólo para una clase con 25 niñ@s, sino para un país entero y en una televisión que supuestamente es pública. Cuando gracias a toda esta manipulación los niñ@s escuchan constantemente que la culpa de la crisis la tienen los padres de su compañero de pupitre que han venido de fuera a quitarnos el trabajo……… y así un largo etcétera.
También habla de la colaboración con las familias, familias que poco confían en los maestros de sus hijos porque están convencidos de que son idiotas, y es normal ya llevan un tiempo escuchándolo, curiosamente en boca de los mismos que hablan de la necesidad de una ley de autoridad del profesor.
En fin, ojalá un día la escuela pública tenga que ocuparse de trabajar solamente geografía, matemáticas, literatura y demás porque toda esa gente que hoy ocupa su tiempo en cuestionarla se haya encargado de que todo lo demás quede cubierto fuera de ella.
Y francamente, confiar en que eso suceda algún día sí que es de ser “idiota”.
PD: Pido perdón de antemano por las faltas de ortografía, entendedlo soy maetra

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